Stella, una chica pueblerina, se casa con Stephen Dallas, miembro de la alta sociedad, con quien no tiene nada en común. El matrimonio es un fracaso y, tras el nacimiento de una hija, Laurel, los Dallas se separan y Stephen vuelve a Nueva York. Conforme Laurel va creciendo, Stella se da cuenta de que ella no puede darle todo lo que necesita y la envía a vivir con Stephen y su nueva familia.