En algún lugar de un castillo barroco donde cae la noche, una pareja extraña da una recepción. Helen y David ofrecen hospitalidad a los jóvenes. Marie-Odile, tal vez la hija de Helen, es la primera en llegar, pero pronto se encierra en su habitación. David parece ansioso y busca continuamente a su hija adolescente; Hélène, sin embargo, echa en falta a Rafael. Después de una comida suntuosa, los cuerpos se buscan o se pierden por los pasillos. Una pareja de las lesbianas se pelea y se reconcilia torturando a Peter, reprimido voyeur, quizá también hijo de alguien de la casa. Raphael finalmente aparece y, con la complicidad de un amigo prepara a Marie-Odile para un rito de amor en la que será desflorada por los invitados. Hélène se cuela mientras en la cama de su hijo Felipe para celebrar su amor.