En 1977, Raquel Gerber inició una investigación para una película sobre la emancipación de la población negra de Brasil. Tres años más tarde conoció a Beatriz Nascimento quien, en busca de su propia identidad, estaba haciendo una investigación histórica sobre la relación entre las culturas negras de África y Brasil. Ellos decidieron cooperar. El resultado es una película sobre las organizaciones negras y conferencias en los años 1970 y 80, por un lado, y sobre un estudio algo emocional y poético por Beatriz Nascimento de la continuidad cultural del brasileño negro por el otro. Sin embargo, la película es mucho más que esto: es también un intento de arrojar nueva luz sobre la historia de los negros, y así contribuir a la emancipación negra.