Durante el siglo II d..C. las fronteras del Imperio Romano se extienden hasta los límites del mundo conocido en aquel entonces. El tribuno Marco Numidio, que lleva una vida ociosa en su villa de Roma, debe ir a Armenia, donde una revolución de gladiadores le está creando no pocos quebraderos de cabeza al viejo gobernador. Pero en Telifonte, la capital de Armenia, le espera una corte llena de víboras, entre las cuales está la princesa Amira.