El 16 de agosto de 2005, el vuelo 708 de West Caribbean Airways entró en pérdida a altitud de crucero y se estrelló en un campo en Venezuela durante una tormenta, matando a las 160 personas a bordo. Los investigadores determinaron que los pilotos malinterpretaron la pérdida como una falla en los motores y no hicieron nada para recuperarse de la pérdida, hasta que fue demasiado tarde.