Stan descubre que su cafetería favorita ambientada en los años 50 va a cerrar e intenta salvar el restaurante devolviendo la fiebre de la década de los 50. Por otro lado, Hayley se aprovecha de que cierran para convencerles de dirigir el nuevo restaurante que va a abrir en el local de la cafetería. El conflicto salpica a todo el pueblo mientras padre e hija batallan para ver qué versión del restaurante tendría más éxito.