El ataque a un avión privado inmediatamente después de su aterrizaje resulta ser una acción terrorista planeada para liberar a Ala A Din Keshwar, peligroso terrorista que se encontraba bajo la custodia de la Marina durante su traslado a Los Angeles. Los miembros de la Oficina de Proyectos Especiales se involucran de lleno en el caso, dado que Keshwar era la persona que exigían los captores de Dominic a cambio de la libertad del agente del NCIS. Sam y Callen inician un carrera contrarreloj para evitar que el terrorista fugado huya del país.