Miami vive un clima de terror debido a una ola de asaltos con violencia en casas de gente rica. La brigada antivicio es asignada a ayudar a la brigada de robos en el caso, que está liderada por Malone, un antiguo jefe de Crockett. El teniente Castillo y Malone chocan por sus diferentes métodos. Finalmente, los métodos de Castillo se prueban más adecuados y desarticulan la banda de asaltantes. Malone admite su fracaso y dimite. Castillo respeta su decisión.