Para financiar su sueño de abrir una sala de billar, Fred y Barney visitan el hipódromo de dinosaurios, donde Fred apuesta su cheque completo en una posibilidad remota. Él le dice a Wilma que ha perdido su cheque. Cuando el tiro largo vale la pena, Fred y Barney están inicialmente eufóricos, pero rápidamente se dan cuenta de que sus problemas apenas comienzan.