Se abre un nuevo curso en el Zurbarán y estos meses de verano han servido para poner a cada cual en un camino distinto. Por un lado los pasillos del colegio se abren calientes para dejar pasar al bando de las chicas malas, presididas por Daniela y de la mano de Teresa, a quien la emoción del verano parece haberle hecho despertar a la adolescencia más radical.