Lisa, animada por su familia, decide participar en un concurso musical presentado por Krusty. Cuando Homer improvisa una canción para su hija que resulta ser un éxito, Lisa decide hacer equipo con él: ella como cantante y él como compositor y mánager. Sin embargo, las cosas se tuercen cuando Lisa despide a Homer por haberse convertido en un mánager exageradamente agresivo.