La mañana después de la batalla contra el Diácono de Combate y su homúnculo, la ciudad queda en ruinas. Yukina se sorprendió al ver cuán enormemente el poder de Kojou excedía al del Familiar, pero ahora se entera de que Kojou ni siquiera puede controlar a sus propios Familiares. Kojou y Yukina persiguen a Eustach y Astarte escapados a un laboratorio abandonado, donde les espera otra batalla intensa ...