Kou muestra su lado débil a Futaba por primera vez y ella se da cuenta de lo dulce y sensible que es. Esa noche, durante la cena, Kou se sienta con su hermano Tanaka y su padre a comer juntos por primera vez en años desde la muerte de su madre. Finalmente les expresa sus sentimientos y confiesa que nunca los ha odiado, sino que estaba confundido sobre si debía o no disfrutar de las cosas que su madre nunca más podrá experimentar. Al día siguiente, sus amigos notan que algo ha cambiado en él.