Con Agüero fuera de juego y el suministro de munición en mínimos, Bourquin trata de hacer señales a los helicópteros en un último y desesperado esfuerzo por que los localicen, lo que culmina en una dura batalla final. En Fort Hood, las familias se enfrentan a problemas propios a medida que llegan noticias de Ciudad Sadr.