Después de haber frustrado el atentado del aeropuerto de Berna, Rainald es celebrado como héroe nacional, incluso se le promete la dirección de la Fedpol. Mientras tanto, sigue intentando obtener las pruebas necesarias para la caída de Kathy Kunz. Gracias a Tina, conoce a un aliado de peso: Elsa, la consejera personal de la presidenta.