Un esposo (Charley Chase) se divorció de su esposa (Edna Marion). Ella relata su crueldad, abuso, y la embriaguez ante un juez (May Wallace) en el Juzgado. Su abogado (Stan Laurel) intenta defenderlo pero sólo logra que su cliente se vea peor. Oliver Hardy tiene un pequeño papel como oficial de policía. La primera parte de este cortometraje se considera como perdido, conservándose solo la parte final del mismo.