Tras la muerte de su madre, James Powers, irlandés de adopción, mantiene una tensa relación con sus familiares y con el resto del pueblo. James decide abandonar Irlanda, pero necesita conseguir dinero para cruzar el Atlántico y volver a su auténtica patria. Deja entonces de estudiar y empieza a trabajar para un corredor de apuestas local. Durante un viaje a Londres descubrirá algo nuevo: la pornografía.