Juan Belmonte, torero legendario, pasó a la historia no solo por su revolucionario arte a la hora de torear. También por su relación con las mujeres, su rivalidad, plena de amistad con Joselito y en definitiva, por su apasionada manera de vivir, siempre al límite. Sevilla, 1913: Juan Belmonte es un chico tímido y enclenque que logra hacerse un hueco entre su pandilla de marginados desafiando a las vacas en las ventas y a los toros en los cercados. Su pasión y su extraño estilo hacen que el viejo torero Calderón se fije en él.