Lyudmila es miembro del partido comunista local y una gran defensora de los ideales del régimen. Durante una huelga laboral en una fábrica de motores, ve cómo el ejército, enviado por el Gobierno, dispara a los manifestantes produciéndose así una masacre. Este suceso cambiará sus ideales y valores políticos para siempre. Con la ciudad destruida y agitada por las revueltas, mucha gente resulta herida o desaparecida, entre ellas la hija de Lyudmila, lo que la obligará a buscarla entre el caos de la ciudad.