Un largo día de finales de verano, una familia de campesinos del sur de Chile se esfuerzan por adaptarse al extraño mundo global en el que viven; un mundo, donde un videojuego o un vestido nuevo pueden ser tan valiosos como un litro de leche o un vaso de vino. Un nuevo mundo, en el que los límites entre tradición y modernidad se van desvaneciendo y los valores van cambiando a toda velocidad.