Cierre del círculo el que realiza Sôber con la edición del concierto final de la gira que vino motivada por la reedición sinfónica de Paradÿsso, el disco que hizo tocar la cima de popularidad, crítica y ventas a la banda allá por 2002. Y así debe ser. Cuando un grupo realiza el esfuerzo de realizar adaptaciones sinfónicas de su repertorio, como la realizada por la Orquesta de Cámara de Siero, con dirección de Manuel Paz en aquel disco de estudio, qué menos que marcarse una grabación en vivo como sueñan casi todos pero solo hacen los muy grandes. En España no tenemos demasiados casos y los que hay, por lo general, han sido bastante modestos.