Laura y Juliette, dos niñas de 5 y 8 años, han desaparecido. Franck Sorin, el padre de las niñas, separado desde hace 6 meses, aparece como el sospechoso ideal en su probable secuestro. El abuelo materno de las niñas, un adinerado dueño de una cadena de hoteles de lujo, lo considera un marginal porque coquetea con la colapsología mientras intenta vivir en una finca transformada en un bed and breakfast eco-responsable. Durante la excavación del lugar por Morgane y Karadec, se encuentra el cadáver de Sorin.