La Chica A, una asesina en serie de secundaria, escapa de las instalaciones en las que estaba cautiva. El grupo de Mirai deduce que para atraer al resto de candidatos a Dios, Metropoliman le dio las alas y una flecha para que pudiera escapar. Mirai odia a Metropoliman por jugar sucio y estar dispuesto a hacer cualquier cosa por convertirse en el próximo Dios. Algo después aparece la primera víctima en la Grand Tower de la ciudad y la situación se complica rápidamente. El grupo de Mirai decide intervenir para impedir que la Chica A cause más víctimas.