Malena ordena su vida tras divorciarse de Marcos. Su exmarido se convierte en el único propietario de la agencia en la que Malena ha trabajado los últimos 15 años y de la que se marcha solo con el finiquito. Con dificultad para adaptarse a una casa vacía y un futuro incierto, Malena conecta al instante con Cali, una mujer energética, fresca y con una oferta laboral.