Tras una persecución de coches, el conductor del vehículo perseguido sale del auto con una estaca clavada en el cráneo. Grissom y Nick llevan el caso. Por otro lado, el hijo de un importante jugador de baloncesto es secuestrado pidiéndose un rescate de cinco millones de dólares casi de inmediato. Algo sale mal y el niño acaba tirado en una cuneta sin vida alguna.