El ambiente en el matrimonio Marsais está más tenso que nunca. Elodie cree haber encontrado pruebas de la infidelidad de su marido e Yvan no deja de meter la pata mientras intenta convencer a su mujer de que le es fiel. Aprovechando la situación, Bruno estrecha su relación con Elodie. Su hija Chloe, por su parte, se vuelve loca, celosa de la atención que Bruno le presta a su madre. El maquiavélico Bruno aprovecha para afianzar su relación con Chloe y la engatusa con una propuesta con la que sus padres no están de acuerdo... El vecino parece estar encantado con cada nueva desgracia de la familia.