Un jugador del equipo de rugby de la Universidad de Filadelfia fue asesinado en 1973, la noche antes de un campeonato. El caso había permanecido cerrado, pero ahora, más de treinta años después, un conocido del detective Jeffries tiene una prueba del crimen. Ha encontrado una solicitud en la que el jugador pedía unas entradas para el partido a la mañana siguiente de su muerte. Por otra parte, la detective Rush y el policía de narcotráficos, Eddie Saccardo, tienen una relación cada vez más estrecha.