Paula confiesa a Pepe que tiene un tumor en el cerebro y le quedan unos cuantos meses de vida, dándole la libertad para irse si así lo desea, ella se sorprende al ver a Pepe comprensivo y dispuesto a luchar contra el diagnóstico para lograr una larga vida juntos. Rolando regresa a casa de Paula acompañado de un perito psiquiátrico que certifique su inhabilidad de tomar decisiones. Paula intenta tranquilizar el enojo de Emiliano reconociendo el esfuerzo de Diego para por fin sincerarse con su familia.