Al enterarse que no tiene liquidez para pagarle a los trabajadores y sostener la hacienda, Mariana va a prisión y le pide a Rogelio que entregue el dinero; sin embargo, este se niega rotundamente. Ante la crisis, Mariana le pide a Graciliano que regrese a La Victoria para que le ayude a dirigir a los jornaleros mientras ella la busca la manera de conseguir el dinero que saque adelante la hacienda.