Mr. Bean visita un museo de arte, pero no le gustan las imágenes y estatuas desnudas. Cuando ve a un hombre que intenta robar un retrato de una flor, le toma una foto pero le toma tiempo revelarla. Cuando se revela la foto, ve que el retrato ya se ha ido y cree erróneamente que el ladrón lo ha robado, lo que hace que Bean se vaya a París en una búsqueda de una milla de largo. Más tarde, resulta que el artista fue quien tomó el retrato para limpiarlo y Bean logra capturar al ladrón.