Poco antes de morir, el general Francisco Ortiz se casa con Virginia y la nombra la única heredera. Virginia y su hermano pequeño Diego llegan a la ciudad de San Francisco de Arenales para asistir al funeral del general. La acompaña el sobrino del general, el capitán Fernando Ortiz, quien al principio desprecia a Virginia, pensando que es ambiciosa y se casó con su tío solo por su dinero. Todos los residentes del pueblo piensan de ella de la misma manera, las únicas personas que reciben a Virginia amablemente es el presidente municipal, el doctor José Guadalupe y su esposa Blanca, quien está mortalmente enferma. La madre de Fernando, Aurelia, con la ayuda de Cristóbal, intenta robarle a Virginia la fortuna que acaba de heredar. Aurelia hará todo lo posible para obligar a Virginia a abandonar el rancho.