Brad Bonner (Adam Ant), una estrella del rock que llega a Cicely en busca de tranquilidad, acepta protagonizar un documental grabado por Ed y actuar junto a un grupo de percusionistas indios. Por otra parte, uno de los mejores amigos de Chris acaba de fallecer, dejándole como herencia la responsabilidad de disponer de su cadáver. Mientras Chris pondera qué clase de despedida darle, se sume en una vorágine de reflexiones en torno a la mortalidad.