Mientras revisaba la interminable lista de bajas sufridas en las últimas batallas contra la alianza Cardasia-Dominio, Sisko comprende que solo hay una posibilidad de ganar la guerra: deben convencer a los hasta entonces neutrales romulanos para que se unan al frente creado por la Federación y el Imperio Klingon. Para ello utilizará los recursos de Garak para que los romulanos crean que son un objetivo del Dominio.