Los negocios de Water Street hacen una obra de caridad para los ciudadanos de Honduras, justo cuando Sabrina obtiene su primera tarjeta de crédito del Otro Reino, con la cual se vuelve una compradora compulsiva y sus tías le advierten que no siga haciéndolo y que done sus cosas a la obra de caridad. Pero ella dona las cosas de sus tías para no donar las suyas. Pero todo se descontrola cuando Sabrina se pudre de la avaricia. Mientras, Salem adopta a un perro humano.