Con sangre fría y estrategia, Ávila adelanta sus planes. En el camino va dejando un rastro de sangre, y cada vez son más los testigos de las frecuentes conversaciones con sus muertos. Molina, mal herido, busca la ayuda de Ana. Todos llegarán hasta la funeraria, donde nuevas sorpresas les esperan. Ávila, Molina, Iván y Ana se juegan su destino. Es tiempo de decisiones.