El alcalde del pueblo le pide a Eva que con motivo de las fiestas sea ella la que lea el pregón. Eva se siente abrumada por el interés que tiene el alcalde por que ella lea el discurso, pero la mujer tiene poco tiempo para poder dedicarse al asunto debido a una repentina crisis. Los niños y los animales se ven afectados por una gastroenteritis. Sin embargo los niños están ilusionados con la celebración de una gincana de bicicletas, pero ésta será suspendida e Iñaki acusado de cobarde por sus primos. El alcalde sigue insistiendo en que Eva diga el discurso, pero el argumento de éste se verá totalmente modificado cuando la mujer descubre que el motivo de la gastroenteritis que han sufrido sus nietos y sus animales es debido a que el agua ha sido infectada por los residuos de las granjas porcinas vecinas.