Si existe un país que se ha convertido en un verdadero infierno para los homosexuales, ése es Rusia. 20 años después de que se legalizara la homosexualidad en el Congreso, este colectivo vive una auténtica persecución, con personas que aseguran haber sido golpeadas y torturadas por su orientación sexual. Los homosexuales no sólo no tienen las mismas oportunidades para trabajar, estudiar o relacionarse, sino que son perseguidos y condenados, sufriendo con una ley anti-propaganda gay que se convierte en una de las claves que explican la gran discriminación legal y social que sufre el colectivo LGTB en Rusia.