Ha habido un atentado en el "Aullido Vespertino" y el único testigo es un botones llamado Sacarino. El superintendente cree que el terrorista intentará liquidar a Sacarino antes del juicio y encarga a Mortadelo y Filemón su protección. Al final, Filemón casi pierde un ojo. Ya que el responsable del atentado le mete el dedo en el ojo con mucha fuerza. El médico "separó" el dedo del ojo con la ayuda de un soplete. No obstante, Parece que Mortadelo y Filemón necesiten más protección que él.