Michal e Itay son dos israelitas que trabajan en la ciudad de Tel Aviv ayudando a personas africanas a recibir asilo en su país. Aunque luchan a diario para lograr que los refugiados vivan en buenas condiciones y tengan los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, son conscientes de la importancia de su trabajo. Para cumplir su tarea han de enfrentarse no sólo al gobierno local, sino también a las bandas mafiosas que tratan de sacar provecho de estas circunstancias, así como a un cuerpo de policía que ignora sistemáticamente la mayor parte de los conflictos que surgen en relación a los refugiados. En ocasiones, son los propios inmigrantes los que deciden, a cambia de algo de dinero, traicionar a otros que están en su misma situación.