Mario Hevia es un profesor universitario y padre respetado que esconde una terrible doble vida: abusa y filma sus encuentros con niñas para colgarlos en la red. La brigada de ‘Cazadores’ lleva tiempo persiguiendo a este siniestro criminal, pero hasta ahora ha sido imposible localizar su rastro. Un nuevo vídeo aparecido en la red vuelve a poner al equipo de policías sobre la pista. Mientras, Ana, ayudada por las investigaciones de El Tila, comienza a adivinar que, tras la muerte de su familia, se esconde una trama de corrupción policial y política al más alto nivel. En esta trama hay gente muy importante implicada, y algunos de ellos son de su círculo más cercano.