Andrés está muy contento porque la encantadora madre de Juanjo viene a casa de visita. En realidad, ella no soporta a su yerno, algo que queda patente cuando madre e hijo discuten por su culpa y Andrés, convencido de que su suegra le adora, se creerá el más idóneo para poner paz entre ambos. Mientras tanto, Ana y Marcos harán creer a un ingenuo Toti que la madre de Juanjo le tira los tejos, provocando que el joven la evite a toda costa y crea que él es la causa de las penas de la pobre señora.