Enero de 1969. El mismo día que se decreta el estado de excepción en España, los Alcántara reciben una visita inesperada: Teodoro, un primo de Herminia, al que todos daban por muerto se presenta en la casa de improviso. Después de haber pasado escondido los últimos treinta y tres años por pesar sobre él una condena a muerte, se ha decidido a salir de su refugio para buscar la ayuda de su familia.