El mejor bar de San Diego, tiene buenos precios, una gran compañía y, por supuesto, a Abby, la dueña. Es un bar improvisado, sin licencia, ubicado en su patio trasero y totalmente distinto a los otros. Hay reglas en Abby's: no hay teléfonos móviles y perder un desafío significa tener que beber una bebida azucarada que no es cerveza. Para el peculiar grupo de clientes habituales, pasar el rato en el bar de Abby es un gran honor. Una vez dentro, ya eres parte de una familia.