A finales de los años 90 el boxeo femenino no era legal en España. Las mujeres que practicaban este deporte recibían insultos, menosprecios y la negativa a cualquier solicitud de una licencia profesional. Un pequeño grupo de pioneras no aceptó aquella realidad. María Jesús Rosa fue la primera española campeona de Europa y del Mundo de boxeo femenino. Procedía de una familia obrera y de un barrio humilde, pero alcanzó la cima de su deporte y personifica la dignidad y el derecho a pelear, el derecho a boxear.