En un brutal juego de poder, Yomi ha obligado a Kurama a servir como su consejero. Si no lo hace, Yomi destruirá a la única persona que Kurama ama más que a nadie. Pero la alianza es difícilmente estable, porque entre ellos se encuentran antiguas semillas de odio. Mientras tanto, un grupo de caras conocidas del pasado regresa para una oportunidad más contra Yusuke.