El 15º programa de MasterChef Uruguay dejó momentos inolvidables, con una competencia llegando a instancias finales y cada día más difícil, va a ser recordado como uno de los programas con más emoción. En la primera parte, los seis mejores chefs amateurs del país, recibieron una linda sorpresa. El jurado les planteó un nuevo desafío: cocinar para alguien muy especial. Cada participante debía preparar un plato para agasajar a su invitado y honrar el vínculo que los une. Además, los invitados estarían acompañándolos durante toda la prueba. La risa y la alegría estuvieron presentes en cada uno de los participantes, ya que se trató de una de las pruebas más movilizadoras hasta el momento. Al final del desafío, cuando los invitados se retiraron, el jurado analizó los platos y decidió que solo un participante fuera salvado y los cinco restantes pasaran a la prueba de eliminación. Ya en la prueba de eliminación, los participantes tuvieron 90 minutos para preparar un plato a la altura de la competencia, y uno de más difíciles hasta el momento. Se trata del famoso Lomo Wellington, un plato característico por su técnica y precisión, donde el jurado esperaba que las preparaciones estuvieran acorde a lo esperado. En una decisión muy reñida, ya que todos los platos presentados fueron de buena calidad, el jurado determinó la 13ª eliminación. No fue una eliminación más, Diego, el jurado y los participantes, la vivieron con mucha emoción, ya que se trata de uno/a de los/as participantes más queridos/as de la competencia.