Diego sufre un cólico nefrítico y la dolencia le pone sobre aviso de que la vida son dos días y hay que disfrutarlos. Entonces, decide dejar la rutina; lo primero que hace es invitar a sus allegados a la taberna para, después irse de fiesta al Mogambo, un local al que solían ir todos de jóvenes. No sabe que allí le espera una desagradable noche de la que difícilmente podrá recuperarse.