La amistad entre Chris y Greg va viento en popa, hasta tal punto que pasan las tardes jugando a los videojuegos sin permiso de sus padres. Cuando se enteran, la tensión crece en el ambiente y tanto el padre de Grey, como los de Chris deciden castigarles. Mientras, en casa de los Rock, Tonya echa de menos a Chris por las tardes, puesto que ya no le puede culpar de todas sus travesuras y por primera vez su madre la regaña por ello.