Los padres de Chris quieren alquilar una de las habitaciones, pero encontrar un buen inquilino será una tarea casi imposible. Mientras, Chris siente que no encaja en ninguno de los grupos de su colegio, ni en los empollones, ni en los folloneros, ni siquiera en los deportistas. Aunque, su suerte cambia y durante unos gloriosos días será un chico popular.